En los adultos mayores, la polifarmacia y la osteoporosis se dan frecuentemente de manera simultánea. La polifarmacia es cada vez más reconocida como un factor de riesgo para las fracturas de cadera y las fracturas relacionadas con caídas. Los tratamientos para la osteoporosis incluyen agentes antirresortivos (alendronato, risedronato, ácido zoledrónico, ibandronato, denosumab) y osteoanabólicos (teriparatida, abaloparatida, romosozumab). La polifarmacia se asocia con una peor adherencia a la terapia farmacológica. Por lo tanto, la selección del tratamiento para la osteoporosis debe ser individualizada y basarse en una variedad de factores, incluyendo el riesgo de fractura subyacente (riesgo alto vs. riesgo muy alto), comorbilidades médicas, carga de medicación, así como perfiles de reducción del riesgo de fractura, modos de administración y efectos secundarios de las opciones de tratamiento.