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Lo siento pero alguien tenía que decirlo. Es una gran mentira. Y no sólo cuando te pesas es una farmacia o en el baño, sino cuando se convierte en el objetivo de cualquier tratamiento contra la obesidad. El peso ideal no es una serie de valores antropométricos es una realidad que va más allá: es un contexto metabólico, fisiológico, hormonal, psicológico, genético y epigenético… El peso ideal es aquel que te permite mantener una buena condición física y te otorga salud tanto a nivel metabólico como a nivel mental. Y es un concepto dinámico y no estático y por tanto debe ser necesariamente contextualizado.

                No es tanto el nivel de masa muscular como su funcionalidad. No es tanto el nivel de grasa corporal como su distribución. No es tanto una cuestión estética como a su vez psicológica. No es tanto una cuestión antropométrica como metabólica… y podríamos seguir así hasta el infinito. No busquéis un peso ideal, buscad salud en todas sus vertientes. De qué os sirve llegar a un peso X si para conseguirlo la persona ha tenido que sacrificar su vida social, su analítica es peor que con 4 kilos de más o todas sus expectativas han sido defraudadas. Existen sujetos con obesidad metabólicamente sanos en donde una pérdida de peso necesariamente no tiene que mejorar su salud, existen delgados metabólicamente comprometidos, existen personas con obesidad cuya factor causal más determinante es la pérdida de un ser querido, un alteración hormonal, una cuestión genética. Con lo cual sigamos ese viejo axioma de la medicina: «no existen enfermedades, existe enfermos» y evitemos reducir todo a la búsqueda de un peso ideal lo cual, como objetivo en sí mismo, es un error.

                 Y ya que es un asunto tan complejo, apoyaos los unos a los otros entre los distintos profesionales de la salud y no os importe reconocer vuestra limitaciones: el médico no tiene porqué saber de entrenamiento, el nutricionista no tiene que saber de psicología, el psicólogo no tiene que saber de alteraciones posturales, el entrenador no tiene que saber de farmacología, el fisioterapeuta no tiene porque saber qué es una batería SFT…

                Para terminar y quitarle un poco de hierro al asunto me gustaría contar una pequeña historia. Demócrito de Abdera, un filósofo del siglo V a.c., se hizo famoso por su idea de que la risa torna sabio. Sus conciudadanos, preocupados por su salud mental puesto que se reía constantemente, llamaron al gran médico Hipócrates para que lo visitara y le curase de sus supuestos delirios. Hipócrates tras examinar al sabio de Abdera, declaró: «Demócrito no delira ni está loco, sino que es el hombre más sensato de nuestro tiempo».

                Recordad: peso no es lo mismo que composición corporal o funcionalidad