La opinión establecida sobre el neuropéptido hipotalámico Y (NPY) es que tiene efecto orexigénico y, por tanto, promotor del peso. Un artículo reciente publicado en Nature por Yitao Zhu et al (2024) demuestra que el NPY producido por las neuronas simpáticas protege contra la obesidad al promover la termogénesis y el gasto de energía. El trabajo en concreto es "Sympathetic neuropeptide Y protects from obesity by sustaining thermogenic fat".