Varias líneas de evidencia sugieren que la acumulación de células senescentes dependiente de la edad conduce a una microinflamación crónica de los tejidos, que a su vez contribuye a las patologías relacionadas con la edad. En general, las células senescentes pueden ser eliminadas por el sistema de vigilancia inmunitaria innata y adaptativa del huésped, incluidos los macrófagos, las células NK y las células T. La vigilancia inmunitaria deteriorada conduce a la acumulación de células senescentes y acelera el proceso de envejecimiento. Recientemente, se ha demostrado que las células senescentes, al igual que las células cancerosas, expresan ciertos tipos de proteínas de punto de control inmunitario, así como variantes MHC inmunotolerantes no clásicas, lo que conduce a un escape inmunitario de los sistemas de vigilancia. Por lo tanto, el bloqueo de puntos de control inmunitario (ICB) puede ser una estrategia prometedora para mejorar la vigilancia inmunitaria de la senescencia, lo que conduce a la mejora de algunas enfermedades relacionadas con la edad y la disfunción tisular.
