Los tratamientos antirresortivos son opciones de primera línea en la mayoría de los casos de osteoporosis. Durante las últimas dos décadas se han logrado avances significativos en la comprensión de la base genética y molecular de la osteoporosis. Se han identificado vías críticas y moléculas clave que median la regulación de la resorción ósea. Estos factores pueden sustentar nuevas vías terapéuticas para la osteoporosis, pero su potencial para traducirse en aplicaciones clínicas aún está por probarse. Revisión narrativa sobre la cuestión muy completa e interesante.