El embarazo se asocia con adaptaciones fisiológicas que afectan prácticamente a todos los órganos, permitiendo a la madre sustentar al feto y la placenta en crecimiento, a la vez que soporta las exigencias del embarazo. Como resultado, el embarazo en mamíferos es un estado único que ejerce efectos paradójicos en la salud materna. Por un lado, el estrés metabólico inducido por el embarazo puede acelerar el envejecimiento y el deterioro funcional de los órganos. Por otro lado, el embarazo activa la programación metabólica y las respuestas regenerativas de los tejidos que pueden revertir las deficiencias relacionadas con la edad. En este sentido, la transición de ovocito a blastocisto no es el único evento de reprogramación fisiológica en el cuerpo de los mamíferos, ya que la regeneración inducida por el embarazo podría constituir un segundo evento de reprogramación fisiológica. Aquí, revisamos los hallazgos sobre cómo el embarazo conduce dualísticamente al envejecimiento y al rejuvenecimiento en el cuerpo materno.