El músculo esquelético es esencial para el movimiento y el mantenimiento de la homeostasis energética, y es el tejido principal para la captación de glucosa estimulada por la insulina. El músculo esquelético está compuesto por diversos tipos de células que ayudan a regular el suministro, el transporte y el metabolismo de nutrientes hacia y dentro del tejido. La desregulación de estos procesos puede resultar en una captación de glucosa estimulada por la insulina deficiente y disglucemia (resistencia a la insulina y diabetes tipo 2). El ejercicio agudo y el entrenamiento crónico proporcionan un estímulo sólido para mejorar el suministro de nutrientes, su transporte al interior de la célula y su posterior almacenamiento y oxidación, lo que ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina. Esta revisión detalla los mecanismos moleculares de la resistencia a la insulina en el músculo esquelético y cómo el ejercicio contrarresta estos defectos, destacando el papel clave del ejercicio en la salud y la enfermedad muscular.