La presión arterial (PA) alta es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, muchas personas aún tienen PA alta, incluyendo aquellas con PA sistólica/diastólica ≥ 160/≥100 mmHg, que se clasifica como hipertensión de grado II o III. Hallazgos recientes de EPOCH-JAPAN (Evidencia para la prevención cardiovascular de cohortes observacionales en Japón), basados en datos de referencia de la década de 1980 a la década de 2000, mostraron que la hipertensión de grado II-III se asoció sistemáticamente con un mayor riesgo de muerte por todos los tipos de enfermedad cardiovascular. Entre los participantes que no recibieron tratamiento antihipertensivo, la fracción de riesgo atribuible poblacional de hipertensión de grado II-III para la mortalidad total por enfermedad cardiovascular se estimó en 15,2%. Evidencias globales recientes también sugieren que el manejo de la hipertensión puede extender la expectativa de vida libre de enfermedad cardiovascular. Por lo tanto, la prevención y el tratamiento de la hipertensión son esenciales para extender la expectativa de vida saludable en todo el mundo.
