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Advances in Adipose Tissue Biology

Investigadores: Silvia Corvera, Akhila Rajan, Kristy L. Townsend, Farnaz Shamsi, Jun Wu, Katrin J. Svensson, Lori M. Zeltser, Sheila Collins, Tânia Reis, Yu-Hua Tseng, Laurie J. Goodyear

l tejido adiposo ha emergido como un regulador central de la fisiología humana y un regulador fundamental de la homeostasis metabólica. Sus células definitorias, los adipocitos, ya no se consideran inertes, sino células dinámicas y esenciales para el balance energético y la comunicación interorgánica, incluso con el cerebro. La disfunción del tejido adiposo está intrínsecamente ligada a la patogénesis de comorbilidades asociadas a la obesidad, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y hepáticas (como MASLD y MASH), y varios tipos de cáncer. Los depósitos de grasa (depots) están distribuidos por todo el cuerpo y se clasifican por ubicación y función, encontrado depósitos subcutáneos, viscerales y de adipocitos marrones y beige. El tejido adiposo se compone de adipocitos y una mezcla de otras células, incluyendo células estromales y progenitoras adiposas (ASPCs), células endoteliales, y numerosas células inmunes (como macrófagos). Avances tecnológicos, especialmente la secuenciación de ARN de célula y núcleo único, han permitido una resolución sin precedentes de esta composición y han desvelado mecanismos específicos de cada depósito. Además, existen subtipos especializados, como los adipocitos rosados (críticos para la lactancia descritos en hembras de mamíferos pero no en humanos) y aquellos en la médula ósea (que afectan la hematopoyesis). Además el tejido adiposo es un importantísimo órgano endocrino que mantiene una comunicación bidireccional esencial con otros órganos, incluyendo el cerebro, el hígado y el músculo esquelético.