
A firm grip on hand OA: 20 years of progress and prospects
Investigadores: Francis Berenbaum, Emmanuel Maheu
Año publicación: 2025
Medio: Nature Reviews Rheumatology
Categorías: Clínica, Farmacología, Fisiología
El campo de la osteoartritis (OA) de la mano ha pasado de la resignación a la acción en las últimas dos décadas. En 2009, ya se había hecho un llamado a la transformación en la evaluación y el manejo de la OA de la mano. A pesar de los avances, la OA de la mano sigue siendo una enfermedad prevalente (el segundo sitio más común de OA después de la rodilla) que afecta la calidad de vida de los pacientes de manera similar a la artritis reumatoide. En 2024, EULAR publicó nuevos criterios de clasificación (una puntuación clínico-radiológica de 15 puntos) con el objetivo de permitir diagnósticos más tempranos y mejorar la estratificación de los pacientes. Se ha reconocido la heterogeneidad fenotípica de la OA de la mano, incluyendo la asociada a la inflamación y/o al síndrome metabólico. La investigación ha refinado su clasificación en subgrupos, siendo la forma erosiva un fenotipo más severo que predice una progresión estructural más rápida. Inflamación: La actividad inflamatoria, indicada por la hinchazón de los tejidos blandos, la rigidez articular y la duración de estos síntomas, se reconoce ampliamente como un rasgo distintivo de la OA de la mano. La evaluación de la sinovitis, los brotes de dolor y las señales Doppler por ultrasonido es fundamental. La presencia de sinovitis o edema óseo se ha asociado con brotes dolorosos y progresión radiográfica acelerada. Pese a todo, la fuerza de agarre (grip strength), cuya pérdida puede afectar diversas actividades, ha recibido escasa atención, a pesar de su importancia. Además, la incomodidad estética ha surgido como un dominio importante para evaluar, con un impacto considerable en la calidad de vida, especialmente en pacientes con daño erosivo y deformidades nodulares. El manejo se ha centrado históricamente en el alivio sintomático (analgésicos, AINEs, órtesis). Sin embargo, han surgido algunas vías farmacológicas. El metotrexato (20 mg semanales) demostró una reducción significativa del dolor en pacientes con OA de la mano que presentaban sinovitis, proporcionando una prueba de concepto para posibles tratamientos modificadores de la enfermedad en la OA inflamatoria. Una dirección prometedora es la protección ósea: un estudio de 2024 sugirió que apuntar a los osteoclastos con denosumab podría ralentizar la progresión radiográfica de la OA erosiva, aunque sin una reducción sustancial del dolor