La diabetes mellitus, una enfermedad metabólica crónica, suele provocar numerosas complicaciones crónicas, que contribuyen de forma significativa a las tasas de morbilidad y mortalidad globales. Los niveles elevados de glucosa desencadenan modificaciones epigenéticas vinculadas a procesos fisiopatológicos como la inflamación, la inmunidad, el estrés oxidativo, la disfunción mitocondrial, la senescencia y diversos tipos de muerte celular. A pesar del control de la glucemia, la hiperglucemia transitoria puede dañar de forma persistente órganos, tejidos y células, un efecto latente denominado "memoria metabólica" que contribuye a las complicaciones diabéticas crónicas. La comprensión de los mecanismos de la memoria metabólica podría ofrecer un nuevo enfoque para mitigar estas complicaciones. Esta revisión se centra en ese aspecto.