Tanto el denosumab como el ácido zoledrónico son agentes antirresortivos eficaces que mejoraron la densidad mineral ósea (DMO) a lo largo de 3 años en personas que no habían recibido tratamiento con fármacos. Además, denosumab podría representar una opción inicial más confiable para pacientes con osteoporosis acompañada de baja masa muscular.