En este artículo de revisión, se explora cómo los procesos de inflamación y senescencia se impulsan mutuamente, lo que conduce a la pérdida de la función inmunológica. Se analizan, a su vez, las ventajas y los inconvenientes relativos de las terapias dirigidas a eliminar las células senescentes (senolíticos) y las que inhiben la inflamación (senomórficas) en el contexto de los nichos tisulares. Además, se revisan las estrategias terapéuticas diseñadas para potenciar directamente la función de las células inmunitarias y mejorar la vigilancia inmunológica en los tejidos.