La edición epigenética es muy prometedora para el tratamiento de muchas enfermedades, incluidas las cardiovasculares. Sin embargo, para aprovechar este potencial se necesita algo más que desarrollar una tecnología sólida y se exige un enfoque firme en las necesidades y la inclusión de los pacientes, para garantizar que el acceso a la medicina epigenética sea equitativo y beneficie a poblaciones diversas en todo el mundo.