Existe una relación bien establecida entre la gravedad de la hipertrigliceridemia y la pancreatitis aguda, así como las terapias a largo plazo para reducir los triglicéridos, que se sabe que previenen episodios de pancreatitis aguda. Por lo tanto, se ha asumido, sin evidencia sólida, que la reducción rápida de los triglicéridos plasmáticos sería una estrategia eficaz para reducir la gravedad clínica de la pancreatitis aguda y mejorar los resultados de salud. Terapias como la heparina intravenosa, la insulina intravenosa en individuos normoglucémicos (con glucosa para prevenir la hipoglucemia) y la plasmaféresis siguen utilizándose ampliamente como intervenciones terapéuticas para reducir rápidamente la concentración sérica de triglicéridos. Por lo tanto, no recomendamos el uso de terapias para reducir los triglicéridos en este momento, a la espera de evidencia más convincente.