Esta revisión se centró en sintetizar y evaluar el trabajo reciente que identifica los aspectos de la cantidad y calidad ósea que pueden contribuir a la fragilidad en la diabetes mellitus tipo 2 (T2DM). Los individuos con T2DM tienen un riesgo elevado de fractura por fragilidad (RR de 1.4 a 1.7) en comparación con los no diabéticos. Paradójicamente, presentan una densidad mineral ósea (BMD) normal o incluso superior a la de los controles. Esta discrepancia sugiere que el aumento del riesgo de fractura se debe a una alteración en la calidad ósea, independientemente de la cantidad ósea (BMD). La duración de la diabetes se correlaciona con un mayor riesgo de fractura. Períodos más largos de resistencia a la insulina y la necesidad de usar insulina se asocian con un riesgo particularmente alto de fractura, ya que los factores adversos se acumulan con el tiempo.