Un nuevo candidato para el tratamiento de la pérdida de peso está sobre la mesa: los investigadores han descubierto por primera vez cómo una hormona producida por el hipotálamo durante el sueño, la raptina, tiene un impacto directo en la regulación del apetito y el metabolismo. Su mecanismo de acción: se une al receptor metabotrópico de glutamato 3 (GRM3) en las neuronas del hipotálamo y el estómago para inhibir el apetito y el vaciamiento gástrico respectivamente. La raptina es un fragmento escindido de la proteína reticulocalbina-2 (RCN2), que se sabe que desempeña un papel en la formación de los huesos y el cáncer, pero que nunca antes se había relacionado con el control del apetito u otras funciones metabólicas. También se demostró que el papel de la raptina es constante tanto en ratones como en humanos. Aunque se sabe que aumenta durante el sueño nocturno no se ha conseguido dilucidar en qué fase concreta se produce y libera.