El modelo de evolución clonal del cáncer se desarrolló en los años 1950-1970 y se convirtió en un elemento central de la biología del cáncer en el siglo XXI, en gran medida a través de estudios de genética del cáncer. Aunque ha demostrado su valor, su estructura ha sido cuestionada por observaciones de plasticidad fenotípica, formas no genéticas de herencia, determinantes no genéticos de la aptitud de los clones y transmisión de genes no arbórea. Incluso existe confusión sobre la definición de clon, que se pretende resolver. El rendimiento y el valor del modelo de evolución clonal dependen del grado empírico en que los procesos evolutivos estén involucrados en el cáncer, y de su capacidad teórica para explicar esos procesos evolutivos. Aquí, se identifican límites en el rendimiento teórico del modelo de evolución clonal y se proporcionan soluciones para superar esos límites. Aunque lo autores no afirman que la evolución clonal pueda explicar todo sobre el cáncer, se muestra cómo muchas de las complejidades que se han identificado en la dinámica del cáncer se pueden integrar en el modelo para mejorar nuestra comprensión actual del cáncer.