La disminución de la fertilidad, la desatención a la salud mental y la reducción de la esperanza de vida subrayan la urgente necesidad de renovar la atención a la salud masculina. El análisis de semen, tradicionalmente utilizado para evaluar la fertilidad, posee un potencial inexplorado como herramienta para promover cambios en el estilo de vida y prevenir enfermedades crónicas en los hombres. La espermatogénesis es muy sensible a factores ambientales y de estilo de vida y puede ser un indicador temprano de la salud general.