A través de cuatro estudios, los autores evidencian que cuando a los consumidores, especialmente a aquellos con bajo autocontrol alimentario, se les presentan opciones de alimentos saludables y placenteros (aunque no tan interesantes en su perfil nutricional), en lugar de limitarse únicamente a opciones saludables o placenteras, su probabilidad de seleccionar una opción saludable en una elección posterior aumenta significativamente.