La pérdida de peso mejora la sensibilidad a la insulina en personas con obesidad y diabetes tipo 2. Sin embargo, los mecanismos responsables de este efecto no están claros. Este estudio investigó pormenorizadamente la cuestión. Los autores encontraron que la pérdida de peso 1) disminuyó la expresión en el tejido adiposo de genes relacionados con la remodelación de la matriz extracelular; 2) disminuyó la expresión en el tejido adiposo de SERPINE 1, que codifica el inhibidor del activador del plasminógeno 1 (PAI-1); 3) no disminuyó el contenido de células inmunes del tejido adiposo ni la expresión de genes involucrados en la inflamación; 4) disminuyó el contenido de ceramidas del tejido adiposo; 5) disminuyó las concentraciones plasmáticas de PAI-1 y leptina y aumentó la adiponectina plasmática de alto peso molecular (HMW); y 6) disminuyó la concentración plasmática de vesículas extracelulares pequeñas (sEV) y el contenido de sEV de microARN propuestos para inhibir la acción de la insulina, y revirtió completamente el efecto inhibidor de las sEV plasmáticas sobre la señalización de la insulina a nivel muscular.
