La sensibilidad de los receptores del sabor graso se ha relacionado con la pérdida de peso a largo plazo tras la cirugía bariátrica. Investigando la cuestión en mujeres con obesidad tras cirugía de manga gástrica los investigadores encontraron que una menor pérdida de peso y mayores niveles plasmáticos de insulina en ayunas, proteína C reactiva y fibrinógeno distinguieron a los pacientes sin mejoría en la sensibilidad oral lipídica. Este subgrupo también sobreexpresó genes involucrados en la inflamación y la apoptosis, y algunos se correlacionaron positivamente con umbrales altos de detección de lípidos (baja sensibilidad), mientras que el gen clave de la señalización celular de las papilas gustativas, TRPM5 , se expresó a la baja. En contraposición con pacientes pacientes con mejoría en detección de lípidos en la que los genes implicados en la renovación celular, la función neuronal y el reciclaje de receptores se regularon positivamente.
