Seleccionar página

The oesophagus as an immune organ

Investigadores: Mark Rochman, Kendall Kellerman, Michael P Jankowski, Marc E Rothenberg

Año publicación: 2025

Medio: Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology

El esófago se ha considerado tradicionalmente como un simple conducto para el transporte de alimentos. Al realizar esta función de transporte, se enfrenta a un flujo continuo de antígenos extraños, incluyendo partículas de alimentos con contenido microbiano variable, y a numerosos estímulos biofísicos desencadenados por la textura y la temperatura de los alimentos. Para afrontar estos desafíos, el esófago cuenta con una barrera robusta que consiste en un epitelio grueso y multicapa recubierto de mucinas y unido mecánicamente por fuertes complejos de adhesión, incluyendo uniones desmosómicas. Las células inmunitarias centinela, incluyendo una notable presencia de linfocitos T de memoria residentes CD8 + , mastocitos y células dendríticas, abundan junto con las citocinas de la familia IL-1, liberadas y activadas bajo una estricta regulación homeostática mediante un equilibrio de proteasas y antiproteasas. Los autores presentan evidencia de que el esófago es un órgano inmune con amplias propiedades sensoriales diseñadas para tolerar y montar defensas contra desafíos antigénicos y biofísicos.