La fibra dietética tiene una relación compleja y multifacética con el microbioma intestinal y la homeostasis de la glucosa. Estudios recientes de intervención en humanos respaldan el potencial de la fibra dietética para mejorar marcadores glucémicos como la glucosa en ayunas, la insulina y el HOMA-IR, aunque no todos los estudios demostraron efectos metabólicos significativos. Esta inconsistencia probablemente se deba a variaciones en el tipo de fibra, la dosis, la duración de la intervención y las características de los participantes. De igual manera, los cambios en la composición de la microbiota intestinal fueron heterogéneos. Cabe destacar que las mejoras en los marcadores de integridad de la barrera intestinal e inflamación sistémica se reportaron de manera consistente, lo que indica que estos podrían servir como indicadores mecanicistas más robustos de los beneficios de la fibra dietética. Dado que la mayoría de los ensayos hasta la fecha se han centrado en individuos con riesgo metabólico existente, se necesita más investigación para aclarar si la fibra dietética puede ofrecer efectos preventivos a largo plazo en poblaciones metabólicamente sanas.
