La distribución de la grasa cambia con el avance de la menopausia, lo que predispone a la inflamación metabólica. Sin embargo, sigue sin estar claro cómo los hábitos de salud, incluidos el sueño, la alimentación y la actividad física, o sus combinaciones, contribuyen a la inflamación metabólica causada por el tejido adiposo visceral (VAT). El objetivo de este estudio transversal fue examinar si los hábitos de salud están asociados con la inflamación metabólica y si el VAT media estas asociaciones en mujeres menopáusicas. El VAT se asoció directamente con la inflamación. Se encontraron dos vías indirectas: las conductas de alimentación y actividad física se asociaron inversamente con la inflamación a través de la VAT, mientras que la conducta de sueño no lo hizo. La actividad física moderó la asociación entre la VAT y la inflamación metabólica.