Si bien los alimentos son esenciales para la supervivencia, también pueden causar una variedad de efectos nocivos, que van desde la intolerancia a nutrientes específicos hasta la enfermedad celíaca y las alergias alimentarias. En consecuencia, todos los animales desarrollaron mecanismos de defensa que los protegen de los componentes nocivos de los alimentos, una suerte de defensa antitoxinas. Esta revisión narrativa analiza la estructura de las defensas antitoxina y cómo sus fallas pueden conducir a una variedad de reacciones adversas a los alimentos.