El cambio climático plantea desafíos significativos tanto para el planeta como para la humanidad. Con un mayor calentamiento, se proyecta que cada región del mundo experimentará cada vez más cambios climáticos simultáneos y múltiples, lo que agravará el riesgo general. El cambio climático a largo plazo y los fenómenos meteorológicos extremos a corto plazo tienen múltiples efectos negativos en la seguridad alimentaria, las dietas y la nutrición a través de vías complejas y multidireccionales que abarcan los sistemas de alimentación, salud, agua y protección social. Si bien la integración de la nutrición en los planes de adaptación climática ha sido rezagada, existe un impulso para una sólida colaboración entre las comunidades climáticas y nutricionales para subsanar las deficiencias de datos, cruciales para la toma conjunta de decisiones.