En sujetos sanos sin obesidad, la hipertrigliceridemia aguda leve reduce directamente la tolerancia a la glucosa al reducir la sensibilidad y depuración de la insulina, aunque potencia su acción sobre la secretación de insulina. Además tiene efectos negativos sobre la sensibilidad a la glucosa de las células β. Estos efectos son neutralizados por los ácidos grasos no esterificados.