
Effects of weight-loss interventions on bone health in people living with obesity
Investigadores: Julien Paccou, Claudia Gagnon, Elaine W. Yu, Clifford J. Rosen
Año publicación: 2025
Medio: Journal of Bone and Mineral Research
El artículo aborda los Efectos de las intervenciones de pérdida de peso en la salud ósea en personas que viven con obesidad (PwO). Las estrategias para reducir el peso incluyen la restricción calórica, la cirugía metabólica y bariátrica (MBS) y los fármacos contra la obesidad, como los agonistas del receptor del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1Ra), incluyendo liraglutida y semaglutida. Aunque la pérdida de peso en las PwO ofrece muchos beneficios para la salud, también puede provocar un aumento en la pérdida ósea y el riesgo de fracturas. La MBS, especialmente el bypass gástrico en Y de Roux (RYGB), induce una pérdida ósea de alto recambio y un deterioro sustancial en la microarquitectura y fuerza ósea. Las reducciones en la densidad mineral ósea (BMD) comienzan dentro de los 6 a 12 meses posteriores a la cirugía y son progresivas, superando los cambios esqueléticos esperados por la sola pérdida de peso. En un estudio longitudinal de 7 años, los pacientes con RYGB mostraron una pérdida ósea acumulada del 8% en la columna y del 17% en la cadera total. Los procedimientos que implican un mayor grado de malabsorción, como el RYGB y la derivación biliopancreática con cruce duodenal (BPD-DS), aumentan considerablemente el riesgo de fracturas (30–80% mayor riesgo de fracturas no vertebrales y osteoporóticas mayores después de RYGB). La MBS provoca cambios esqueléticos multifactoriales que van más allá de la descarga mecánica, incluyendo factores nutricionales (malabsorción de calcio y vitamina D), factores hormonales y alteraciones en el microbioma intestinal. La pérdida de peso significativa inducida por GLP-1Ra también puede resultar en una aceleración del recambio óseo y pérdida ósea. La evidencia actual sugiere que el impacto del GLP-1Ra sobre la BMD y el recambio óseo se asemeja al de la restricción calórica, mostrando una modesta pérdida de BMD y un aumento de CTX (un marcador de resorción ósea). Existen recomendaciones para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis secundaria a la MBS. El manejo clínico posterior a la MBS debe incluir una suplementación de por vida para alcanzar una ingesta diaria de 1200-1500 mg de calcio (citrato de calcio preferido) y aproximadamente 3,000 UI de vitamina D. Se necesita más investigación para desarrollar enfoques efectivos para reducir el riesgo de fracturas en PwO después de MBS y para investigar a fondo los efectos de los nuevos fármacos contra la obesidad en la salud ósea