El envejecimiento se acompaña de una disminución de la masa muscular, la fuerza y la función física, una condición conocida como sarcopenia. El desuso muscular atribuido a la disminución de la actividad física, la hospitalización o la enfermedad produce una rápida disminución de la masa muscular en las personas mayores y acelera efectivamente la sarcopenia. El consumo de proteínas en niveles superiores (al menos un 50-100% más altos) a las ingestas recomendadas actuales de ∼0,8 g de proteína/kg de peso corporal/día, junto con la participación en ejercicios de resistencia y aeróbicos, ayudará a preservar la masa muscular.