Los protocolos de entrenamiento neuromuscular parecen ser los más eficaces para reducir el dolor en la artrosis. Actualmente, no es posible comparar directamente las diferentes opciones de tratamiento con entrenamiento sobre la capacidad funcional y los biomarcadores inflamatorios de la artrosis, debido a la heterogeneidad y al pequeño número de estudios. Se justifican estudios de intervención con ejercicio físico de alta calidad para estimar su eficacia con mayor precisión sobre el dolor, la capacidad funcional y el estado inflamatorio en la artrosis.