La hipertensión se reconoce como un factor de riesgo significativo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ECV), accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales. Si bien la hipertensión se ve influenciada por numerosos factores, el sistema renina-angiotensina (SRA) es ampliamente reconocido como un regulador crucial de la estabilidad de la presión arterial (PA) normal y un contribuyente significativo al desarrollo de la hipertensión. El SRA posee diferentes péptidos y receptores que ejercen sus efectos a través de dos vías, la alternativa y la clásica. En las mujeres, el estradiol exhibe efectos protectores sobre los sistemas cardiovascular y renal. Puede modular la regulación de la PA a través de su influencia sobre el SRA, afectando los niveles de sustratos cruciales, enzimas, la expresión de receptores y la producción de proteínas. Las disparidades de género en la hipertensión son evidentes en varios modelos animales hipertensos. Esta revisión exploró la conexión entre el estrógeno y los componentes del SRA en el contexto de la hipertensión.